lunes, 13 de mayo de 2013

Cuatro vídeos de ciencia y un videoclip

Últimamente he visto algunos vídeos que, por diferentes motivos, resultan bastante interesantes y me gustaría compartir. Los recursos visuales son una de las formas más directas de transmitir conocimiento. Siempre y cuando se adapte el registro utilizado al público al que va dirigido.
En primer lugar, a través de uno de los blogs a los que sigo, Brian Pickings,  descubrí un grupo llamado They May Be Giants que hace canciones con contenido científico y que edita unos vídeos con una producción muy cuidada. Las canciones son sencillas, bonitas, algunas incluso pegadizas.  Por ejemplo, esta "Meet the elements". ¿Quién dijo que aprenderte la tabla periódica fuera aburrido?


Relacionado con los elementos, la semana pasada IBM presentó la que ya ha sido llamada la película más pequeña de la historia. Y es que está hecha de átomos, las partículas microscópicas que forman los elementos del vídeo anterior.  Su título es "A boy and his atom" y dura 1 minuto y 35 segundos. Difrutadla.


Aquí se puede ver el proceso de creación. Realmente fascinante. Más allá del entretenimiento, finalidad de cualquier tipo de película, des de IBM destacan la importancia de poder manipular átomos hasta grado de precisión. La nanotecnología tiene importantes aplicaciones, por ejemplo en la computación cuántica.  Puede que esta nanopelícula no gane ningún premio cinematográfico, pero cuando la gente tenga ordenadores cuánticos en casa, "A boy and his atom" será como hoy "Salida de los obreros de la fábrica".
La NASA editó el siguiente vídeo, para mostrar en tan sólo cuatro minutos, cinco años de los once que dura un ciclo solar. Se supone que este año 2013 es el ecuador de un ciclo solar y que su actividad debería resultar máxima. Pero las observaciones no indican eso. ¿A qué puede ser debido esto? Aquí la respuesta de la NASA.

Y ya que estamos en el espacio, otro vídeo de la NASA. Esta vez del último paseo espacial que realizaron la semana pasada dos astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS, sus siglas en ingles). Hubo una fuga de amoníaco del sistema de refrigeración de un generador unido a uno de los paneles solares de la Estación, y se tuvo que arreglar.  Siempre que veo imágenes de este tipo tengo que hacer el esfuerzo para pensar que no se trata de 2001: Una odisea en el espacio, por decir una de las muchas películas con paseos espaciales; son astronautas reales,  suspendidos a 400 km de la Tierra,  que mantienen la sangre fría como aquél que se sube a la escalera de su casa para cambiar una bombilla. La operación, según la NASA, fue un éxito. Los dos astronautas ya deben saber lo que es estar frente a la  inmensidad.

 

Aunque estos astronautas de la Estación Espacial Internacional también tienen tiempo para desarrollar su faceta más artísitca. Y justo hoy el astronauta Chris Hadfield lo ha demostrado, colgando este vídeo en el que interpreta "Space Oddity" a modo de despedida ya que su misión espacial ha acabado. ¿Se podía imaginar Bowie un videoclip mejor para su canción? 

 


jueves, 2 de mayo de 2013

La doble hélice, 60 años de un icono

La semana pasada se celebró el 60 cumpleaños del descubrimiento del ADN. En realidad se conmemoraba la publicación en la revista Nature del paper donde se describía la estructura de la molécula de ADN. Este paper fue escrito por los ya archiconocidos James Watson y Francis Crick. Por este trabajo, los dos científicos y su jefe Maurice Wilkins obtuvieron el premio Nobel unos años más tarde. Este descubrimiento,  fundamental en la historia de la biología y de la ciencia en general, fue posible a una fotografía con rayos X que había realizado una cristalógrafa llamada Rosalind Franklin, la cual se quedó sin tan magnifico reconocimiento debido a su fallecimiento antes de la entrega del premio. La historia, con sus ramalazos machistas,  muchas veces se olvida de ella. Pero su trabajo fue el inicio de este importante descubrimiento.

En ese paper que publicó Nature, Watson y Crick describieron el ADN como una doble hélice, es decir, dos cadenas antiparalelas que se entrelazan entre sí como si de un muelle se tratara. Detrás de esta simple descripción, hay toda una explicación bioquímica de por qué se mantienen enlazadas las cadenas y por qué son antiparalelas y lo que resulta más fascinante, cómo es que en ella reside la capacidad de la vida de autoreplicarse. No es mi intención explicarlo aquí. Otros lo hacen mejor en otros ámbitos.

La doble hélice ha ido más allá de la biología para convertirse en un icono. Es una imagen que resulta ya tan reconocible, que cualquiera la puede identificar sin necesidad de saber qué es exactamente.  Ahí van algunos ejemplos de como la famosa estructura hallada por Watson y Crick y Franklin ha traspasado lo científico y es ya parte de nuestro imaginario colectivo.
Uno de los ámbitos que más ha aprovechado el tirón de la doble hélice ha sido la publicidad, y en concreto la publicidad de cosméticos. Dentro vídeo:


¿Os ha dado tiempo a verla? Está ahí, rodeando el elixir de la juventud. La doble hélice es ya un recurso habitual de las marcas cosméticas. Estos productos ha explotado, como pocos lo han hecho, la genética como reclamo publicitario. No se si a esto se le podría llamar alfabetización científica. Siempre y cuando, claro,  se obvien sus metidas de pata. Pero sin duda ha ayudado a propagar a través de los medios que hay una molécula en las células, el ADN, que tiene forma de doble hélice.
Otro ámbito que ha aprovechado la famosa estructura biológica es, por cierto, una disciplina que crea también estructuras. La arquitectura se ha inspirado en la doble hélice para diseñar, por ejemplo, este puente:




Es un puente peatonal de 280 metros de largo que se encuentra en Singapur y fue inaugurado hace 3 años. Diseñado por arquitectos locales y australianos y hecho de acero, ¿hubiera sido impensable antes del descubrimiento de Watson y Crick?

Hay más ejemplos de puentes doble hélice, pero también de otras construcciones. La Murtum Nature Observation Tower está en Austria, mide 27 metros de alto y fue diseñada por el estudio de arquitectura alemán loenhart&mayr. 









Relacionado con la arquitectura, el mundo del diseño no ha sido ajeno a esta inspiración. Estas dos estanterías son un ejemplo. 
MYDNA bookcase by Joel Escalona




Double Helix by Green Woods Forniture, Bristol















Por supuesto, aún hay más: joyas, percheros, lamparas... Pero avancemos. Un ámbito que  no ha explotado mucho, y me extraña, la doble hélice es el de los dibujos animados. Sólo una referencia he encontrado pero es una referencia muy significativa. Veámosla: 


Spielberg utilizó a Mr. DNA para explicarnos la clonación de los dinosaurios a partir de la sangre que contenían los mosquitos fosilizados en ámbar.  Que la doble hélice hubiera sido un dibujo animado hubiera podido ser un parámetro para valorar su alcance como icono cultural, más allá de la biología. De momento, sólo es una personaje secundario de una película.

Así pues,  aunque la doble hélice no haya alcanzado el estatus de icono de nuestro tiempo, como el retrato que le hizo Warhol a Marilyn o la fotografía del Che, la doble hélice es sin duda la imagen de la ciencia. Aunque este honor está bastante reñido con la fórmula de Einsteino con el modelo atómico de Rutterford. Sea como fuere, el caso es que  esta estructura descubierta ahora hace 60 años ha trascendido más allá del mundo científico y posiblemente ni Rosalind Franklin, que fue quien primero la fotografió, ni Watson ni Crick que supieron hallar una explicación a esa imagen, imaginaron nunca que tuviera una repercusión más allá de la estrictamente científica.